El patrimonio mundial son los monumentos, los conjuntos monumentales, los sitios y las formaciones geológicas y fisiográficas que tienen un valor universal excepcional desde el punto de vista histórico, estético o científico. Los bienes del patrimonio mundial pertenecen a todos los pueblos del mundo, sin tener en cuenta el territorio donde están situados.
El acontecimiento que suscitó una tomada de conciencia internacional particular fue la decisión de construir la presa de Asuán en Egipto, lo que inundaría el valle donde se hallaban los templos de Abu Simbel, tesoros de la civilización del antiguo Egipto. En 1959, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) decidió lanzar una campaña internacional tras un apelo de los gobiernos egipcio y sudanés. La investigación arqueológica en las zonas que iban a inundarse se aceleró y los templos de Abu Simbel y File fueron desmontados, movidos y reensamblados.
La idea de conciliar la conservación de los sitios culturales y la de los naturales viene de Estados Unidos. Una conferencia en Washington, en 1965, pidió la creación de una "fundación del patrimonio mundial", que estimularía la cooperación internacional a fin de proteger "los lugares, paisajes y sitios históricos más extraordinarios para el presente y porvenir de toda la humanidad". Finalmente, todas las partes interesadas se pusieron de acuerdo sobre un texto único: la Convención sobre la protección del patrimonio mundial, cultural y natural fue adoptada por la Conferencia General de la UNESCO en 16 de noviembre de 1972.
La característica más original de la Convención de 1972 es reunir en un mismo documento las nociones de protección de la naturaleza y preservación de los bienes culturales. La Convención reconoce la interacción entre el ser humano y la naturaleza y la necesidad de preservar el equilibrio entre ambas, define el género de sitios naturales o culturales cuya inscripción se puede efectuar en la Lista del Patrimonio Mundial, fija los deberes de los estados partes en la identificación de sitios potenciales y su papel en la protección y preservación de los sitios, explica el modo de utilización y gestión del Fundo del Patrimonio Mundial, estipula la obligación para los estados partes de rendir cuentas con regularidad al Comité del Patrimonio Mundial sobre el estado de conservación de sus bienes inscritos, fomenta los estados partes a sensibilizar al público en cuanto a los valores de los bienes del patrimonio mundial.
Para figurar en la Lista del Patrimonio Mundial, los sitios deben tener un valor universal excepcional y satisfacer por lo menos uno de los diez criterios de selección. Estos criterios están explicados en las directrices prácticas para la aplicación de la Convención del Patrimonio Mundial, que es, junto con el texto de la Convención, la principal herramienta de trabajo para todo lo referente al patrimonio mundial. Los criterios son revisados con regularidad por el Comité para permanecer de acuerdo con la evolución del concepto mismo de patrimonio mundial.
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